Los tacos pueden ser tu mejor aliado o tu peor enemigo. En mi opinión la relación con ellos es tan personal y esta llena de aristas que no son solo estéticas o funcionales, sino que me atrevería a decir que hay un componente emocional , afectivo incluso , casi imperceptible en muchos casos.

Pero les quiero hablar de mi , y de mi relación con los tacos.

Recuerdo cuando empece a bailar tango , una de las imágenes mas potentes que quedaron en mi retina de la primera milonga, era la de esas mujeres con sus zapatos. Eran como signos de una fuerza y una fragilidad al mismo tiempo. Me inspiraba ver esos pies que dejaban por un rato su cotidiano de asfalto , compras, hijos, escuela, casas, trabajos, y se convertían durante un rato sin tiempo, bañado de tango , en un instrumento de magia , en una posibilidad de ser otra y aun la misma mujer . Exaltada en su femineidad, orgullosa de su rol, pisando fuerte aunque no supiera como.

Desde entonces , me enamore de ellos, los tacos . Y quería también metamorfosearme con su encanto . Ellos me sedujeron a mi y con ellos yo empece a seducir mi tango .

Es verdad ,¨ El habito no hace al monje ¨, pero es una maravillosa ayuda para acceder a la santidad .

Jajajajajajajaja.

En todos estos años esta relación fue cambiando . Momentos de incomodidad , de prueba, ufff cuantas pruebas!!!!! Modelos, colores, abiertos, cerrados, calados, con capellada redonda, cuadrada , en punta , con tiras, pulcera, en t, cruzados, gamuza, charol, cuero, taco aguja, taco chupete, taco cuadrado, con cromo, con suela, con goma, brillantes, exóticos, clásicos, modestos, exuberantes, apretados, flojos, blandos, duros, elegantes, soberbios, practicos, comodos. Etc, etc, etc.

En esa incansable búsqueda , muchas veces descarte , muchas , la mayoría me equivique, confundi comodidad con chancleteo , y también estética con tortura .

Hasta que poco a poco comprendi que sin importar que zapato, yo necesitaba hacerlo mio, al menos por un rato. Decirle ¨yo te incorporo a mi , te hago parte de mi cuerpo, de mi pie¨.Cuando aprendi a usar el taco, a darle el lugar que tiene , mi baile cambio, mi presencia cambio. Con ellos bien apoyados en la tierra, cual raíces de un árbol, yo podía crecer hacia el abrazo que encontraba al otro . Ellos eran la base firme de mi tronco y de mi abrazo.

Claro que como todo en exeso no es saludable. Cuando pasaba muchas horas con ellos, mi cuerpo, mi columna , mis pies , empezaban a pasar factura. Y asi aprendi a dosificarlos.

Hoy en dia, me gusta cuando trabajo, enseño alternar entre ejercicios sin tacos, y luego con los tacos. Esto me resulta muy útil para entender como trabajar el pie , los apoyos, los dedos de manera mas organica , y luego seguir aplicando esto con los tacos.

Pero confiezo que en el ámbito de la milonga no me gusta bailar en zapatillas u otro calzado que no sean los tacos. Sera parte de mi ritual intimo con esta danza , parte de esa creencia adorable de que ellos me traen la magia de aquellas mujeres a las que admiraba y me dejan el legado de una época en que todo, incluidos los tacos, eran parte del rito . Como en asia que se sacan los zapatos para entrar a las casas, a mi me gusta ponerme los tacos para entrar a la pista .

Parafraceando un tango …..¨placer de dioses , baile perverso, el tango es rito y es religion¨

Algunos tips.

No todas tenemos el mismo alto de taco. La altura de tu taco es la altura de tu releve (cuando te pones en pintas de pie)

Nunca te compres un zapato que te quede grande , o demasiado comodo. ( a los dos posturas se estira y tu pie no tiene contención )

Los dedos siempre deben estar libres de movilidad , y contenidos en el zapato.( aunque sean sandalias)

Moira Castellano

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